domingo, julio 17

Maldita realidad.

 ¿Por qué los sueños son sueños y no son realidad?


Estaba en época de colegio, ya no sé en qué fecha. Iba caminando junto a él, de pronto tomó mi mano y me sonrió. Mientras caminábamos entrelazando nuestras manos también jugando con ellas. Me gusta tanto. Estaba metida en mis pensamientos -sobre él obviamente- al pensar eso, reí y él me miró; pero aun así no preguntó nada.
- Espera, me duele mi pie. - dijo él, caminando hacia unas escaleras. - Quedémonos aquí - yo asentí y él tiró de mi mano.
Lo miraba a los ojos, tenía esa dulce mirada que hacía que me derrita. Me tomó con una mano de la cintura, apegándome a él. Su otra mano se dirigía hacia mi rostro y lo acarició. Me dio un beso en la comisura de los labios, yo sonreí nerviosa, rodeando su cuello con mis brazos. Él satisfecho, se acercó lentamente a mis labios y los besó suavemente.

 
Mi corazón empezó a acelerarse, sabía que era un sueño, pero no quería que terminara.

Yo sonreía y él también lo hacía. Hizo lo que yo no me atreví a hacer durante meses. Tomó dulcemente mi mano, de nuevo y nos fuimos al colegio. Al llegar todos nos miraban extrañados y como "riendo". Nos sentamos en el pasillo detrás de nuestros salones de clases. Nuestros salones estaban en frente y atrás había un pequeño pasillo que lo ocupábamos solo nuestros cursos.
Él se sentó primero, segundos después yo le seguí. Me abrazó por la cintura en el suelo y me acercó junto a él. Era perfecto simplemente perfecto. Todos los que estaban ahí nos miraban, estaban esperando eso por mucho, supongo. Todos sabía que nos molestábamos, peleábamos quien quería más al otro pero nunca había pasado nada más allá.
De pronto apareció Nicole, llamándome desde al interior de la sala. Yo fui rápidamente a ver que quería, no quería separarme de él. Cuando volví, él estaba sentado con Miguel, en el suelo. Yo me acerqué y él levantó su mano para tomar la mía. Me senté junto a él. Había sonado el timbre hace ya un rato. Todos estaban entrando a los salones, menos nosotros. De pronto llegó mi profesor de Historia.

- Que lindos se ven - dijo mi profe, nosotros nos miramos y reímos. - Lo 
digo en serio chicos - dicho eso, entró al salón. 

Nosotros nos quedamos ahí, muchas personas nos veían pero no nos decían nada. Nosotros jugábamos con nuestras manos y él besaba la comisura de mis labios. Tomé firme su mano y di un beso a sus labios.

Sinceramente, no creo poder olvidar este sueño. Fue y seguirá siendo importante por mucho tiempo. Realmente fue hace mucho tiempo, pero ahora están volviendo y eso me hace dudar un poco.  

2 comentarios:

  1. Toda la razon, me encanto :) ! ya tienes una nueva seguidora
    Besos !

    si quieres leerme
    http://cadamomentodetuvida.blogspot.com/

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  2. fue un sueñoo,?
    deberia ser realidad :D

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